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as colecciones de la marca, que incluyen Siesta, Sauvage y Blossom, capturan una faceta diferente de la feminidad. Son homenajes a la autenticidad y la emoción. «La luz del Mediterráneo y la belleza que nos rodea están en el centro de nuestra inspiración», señalan Olga y Nagore. «Y, por supuesto, a las mujeres que admiramos por su valentía, por la forma en que abrazan la vida». Estas influencias las llevan a crear diseños con personalidad y un sentido de actitud distintivo. Siluetas fluidas, tonos terrosos y telas bañadas por el sol: el espíritu de Ten Twelve se siente íntimamente conectado con la naturaleza y el lento ritmo de vida isleño.

El proceso creativo siempre comienza con el color. A partir de una paleta cuidadosamente seleccionada, Olga y Nagore seleccionan texturas y materiales que definirán el ambiente de cada colección. «Jugamos con las formas y el peso, con la forma en que la tela se mueve con el cuerpo, para definir en última instancia las siluetas», explican.

La artesanía es fundamental para este proceso. Alrededor del 80% de las prendas de Ten Twelve se producen en talleres artesanales de España y Portugal; por ejemplo, sus ponchos los confeccionan monjas en un claustro local, con quienes comparten una profunda dedicación a la producción ética. Al mismo tiempo, Olga y Nagore mantienen estrechos vínculos con artesanos de la India, un país cuyas tradiciones textiles y detalles bordados a mano enriquecen las colecciones con su delicada belleza. «Buscamos el equilibrio», afirman las dos mujeres, «entre la proximidad y la preservación de este arte, honrando tanto las raíces locales como la riqueza cultural de las tradiciones artesanales de la India».

Para Ten Twelve, la sostenibilidad no es una tendencia sino una responsabilidad. El enfoque de la marca va más allá de una cuidadosa selección de materiales: se trata de aprovechar al máximo cada recurso, reducir el consumo innecesario, minimizar el desperdicio de agua y evitar el exceso de existencias. En un sector conocido por su impacto medioambiental, Olga y Nagore buscan formas creativas de divertirse con la moda y vestirse a la perfección, dejando la menor huella posible en el planeta, garantizando que cada paso del proceso respete tanto a las personas como a la naturaleza.