Jun 29, 2025
Hospitalidad consciente en Mallorca: una nueva forma de alojarse en la isla
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Laura Pott
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Jun 29, 2025
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Hospitalidad consciente en Mallorca: una nueva forma de alojarse en la isla
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Laura Pott
Barbara, Martin y su nuevo bebé. Foto: Laura Pott
E

l turismo consciente ya no es una tendencia. Un nuevo tipo de hospitalidad está echando raíces en Mallorca; una hospitalidad respetuosa con el planeta, enriquecedora para el viajero y profundamente conectada con la isla. El turismo de Mallorca está experimentando una transformación tranquila e importante, impulsada no por los grandes complejos turísticos con todo incluido, sino por una red cada vez mayor de hoteles comprometidos con el medio ambiente que redefinen lo que significa viajar de manera responsable.

Hablamos con Bárbara Martí y Martin Lucas de Ecocirer en Sóller, uno de los pioneros de este movimiento de hospitalidad sostenible en Mallorca, para entender cómo se interpreta este concepto en la isla. Desde interiores reciclados hasta jardines regenerativos, políticas de cero residuos y cocinas basadas en plantas, los hoteles ecológicos están ayudando a redefinir el futuro del turismo de Mallorca, donde la conciencia no es un complemento, sino la base. En 2019, Bárbara y Martin abrieron Ecocirer, una casa adosada de piedra restaurada que originalmente fue la primera sala de cine mudo de Sóller, basándose en su anterior concepto de alojamiento y desayuno. Arraigados en su estilo de vida personal, ecológico y basado en plantas, crearon un hotel que ofrece a los viajeros una experiencia significativa y sostenible en Mallorca. Su concepto de «estancia saludable» va más allá del bienestar y el veganismo, e integra la sostenibilidad, el diseño, el uso de los recursos, la biodiversidad, la educación y la comunidad. Más que un simple hotel, Ecocirer es una plataforma para inspirar el cambio y demostrar que el turismo, la conservación del medio ambiente y la responsabilidad social pueden coexistir, un enfoque multifacético que les ha valido múltiples premios y clientes leales.


Como un aspecto integral de su filosofía de «estancia saludable», Ecocirer ofrece un desayuno a base de plantas que cambia a diario y que es local, orgánico, de temporada, de cosecha propia y casero. Con ingredientes de su propio huerto y de agricultores locales, sus platos distintivos apoyan la salud y la sostenibilidad al tiempo que minimizan el desperdicio de alimentos. «Seguimos un concepto sin desperdicios, porque cocinamos exactamente para el número de personas que tenemos. No hay buffet y todos los residuos orgánicos se compostan», explica Bárbara. A pesar de su apretada agenda como madre de tres hijos, todavía prepara personalmente gran parte de los desayunos de Ecocirer, y se levanta temprano cada mañana para asegurarse de que todo esté hecho con cuidado e intención.

El íntimo patio trasero de Ecocirer. Foto: Laura Pott
Zona de comedor en Ecocirer. Foto: Laura Pott
L

a pasión de Bárbara por la cocina basada en plantas surgió por primera vez de sus experiencias en la cocina con sus dos hijas, donde descubrió formas creativas de hacer que los alimentos saludables fueran atractivos para los niños. Lo que comenzó como pequeñas clases de cocina se convirtió gradualmente en una misión educativa más amplia, que incluyó talleres en la Academia Rafa Nadal, en las escuelas locales y en la Universidad de las Islas Baleares. A través de la escuela y los talleres de cocina de Ecocirer, Bárbara ahora comparte los valores de la alimentación consciente y la sostenibilidad con niños y adultos. Tras una visita reciente de estudiantes de nutrición de ADEMA, reflexiona: «Esperamos que esta experiencia inspire a los futuros profesionales y motive a las generaciones futuras a unirse para construir un futuro mejor».

Cultivar sus propios productos en la granja Tramuntana de Ecocirer, desde cítricos y hierbas hasta miel y aceite de oliva, es fundamental para la filosofía de Bárbara y Martin. Los huéspedes están invitados a unirse al viaje desde la semilla hasta el plato a través de experiencias prácticas, profundizando su conexión con la comida, la naturaleza y la sostenibilidad. «Al final, el plato sabe a experiencia, no solo a comida», dice Bárbara. Con hoteles para insectos, huertos libres de productos químicos y compostaje, fomentan la biodiversidad en sus granjas, mientras que un porcentaje de las ventas de sus libros de cocina también se destina a organizaciones benéficas locales, lo que refuerza su compromiso con una vida ecológica e impulsada por la comunidad.

Además, la sostenibilidad da forma a cada detalle en Ecocirer, desde la reutilización del agua de lluvia y el agua del grifo filtrada hasta la ropa de cama orgánica y la lavandería interna ecológica que utiliza productos biodegradables. Los artículos de tocador para huéspedes se fabrican localmente y vienen en recipientes rellenables, y casi todos los muebles se reciclan o restauran a partir de artículos desechados o de segunda mano. «Todos los muebles, excepto los colchones, tienen una nueva vida», dice Bárbara con orgullo. «Cada pieza es el resultado de un largo proceso de investigación, restauración y creatividad. Este soporte de mesa, por ejemplo, es una antena parabólica restaurada». Este enfoque ecológico garantiza una estancia tranquila con un impacto ambiental mínimo, combinando comodidad y cuidado del planeta.

Cuando Bárbara y su esposo introdujeron por primera vez su concepto de hospitalidad consciente en Sóller, se encontraron con algunos desafíos iniciales, principalmente debido a la cocina tradicional de origen animal de la región. En lugar de promover el veganismo de manera radical, lo presentaron como un estilo de vida más saludable, lo que ayudó a que la transición fuera natural y respetuosa. Con el tiempo, la comunidad ha respondido positivamente, especialmente mediante la participación de sus hijos en las clases de cocina y los campamentos de verano de Ecocirer que se llevan a cabo en su histórica finca familiar, Pla del Bisbe. Estos campamentos crean un espacio único donde los niños locales se conectan y comparten experiencias significativas con compañeros de todo el mundo, incluidos lugares como Nueva York y China, fomentando el intercambio cultural y el aprecio compartido por la vida consciente.

«Realmente creemos que es hora de un cambio. Estos grandes hoteles con todo incluido no tienen por qué basarse en plantas o ser completamente sostenibles, pero debería haber otro tipo de oferta vacacional que atraiga a los viajeros más conscientes».
Ecocirer. Foto: Laura Pott