
E
l turismo consciente ya no es una tendencia. Un nuevo tipo de hospitalidad está echando raíces en Mallorca; una hospitalidad respetuosa con el planeta, enriquecedora para el viajero y profundamente conectada con la isla. El turismo de Mallorca está experimentando una transformación tranquila e importante, impulsada no por los grandes complejos turísticos con todo incluido, sino por una red cada vez mayor de hoteles comprometidos con el medio ambiente que redefinen lo que significa viajar de manera responsable.
Hablamos con Bárbara Martí y Martin Lucas de Ecocirer en Sóller, uno de los pioneros de este movimiento de hospitalidad sostenible en Mallorca, para entender cómo se interpreta este concepto en la isla. Desde interiores reciclados hasta jardines regenerativos, políticas de cero residuos y cocinas basadas en plantas, los hoteles ecológicos están ayudando a redefinir el futuro del turismo de Mallorca, donde la conciencia no es un complemento, sino la base. En 2019, Bárbara y Martin abrieron Ecocirer, una casa adosada de piedra restaurada que originalmente fue la primera sala de cine mudo de Sóller, basándose en su anterior concepto de alojamiento y desayuno. Arraigados en su estilo de vida personal, ecológico y basado en plantas, crearon un hotel que ofrece a los viajeros una experiencia significativa y sostenible en Mallorca. Su concepto de «estancia saludable» va más allá del bienestar y el veganismo, e integra la sostenibilidad, el diseño, el uso de los recursos, la biodiversidad, la educación y la comunidad. Más que un simple hotel, Ecocirer es una plataforma para inspirar el cambio y demostrar que el turismo, la conservación del medio ambiente y la responsabilidad social pueden coexistir, un enfoque multifacético que les ha valido múltiples premios y clientes leales.
Como un aspecto integral de su filosofía de «estancia saludable», Ecocirer ofrece un desayuno a base de plantas que cambia a diario y que es local, orgánico, de temporada, de cosecha propia y casero. Con ingredientes de su propio huerto y de agricultores locales, sus platos distintivos apoyan la salud y la sostenibilidad al tiempo que minimizan el desperdicio de alimentos. «Seguimos un concepto sin desperdicios, porque cocinamos exactamente para el número de personas que tenemos. No hay buffet y todos los residuos orgánicos se compostan», explica Bárbara. A pesar de su apretada agenda como madre de tres hijos, todavía prepara personalmente gran parte de los desayunos de Ecocirer, y se levanta temprano cada mañana para asegurarse de que todo esté hecho con cuidado e intención.