Close Search
Aug 4, 2025
Rústico: Pedro Casanovas trabaja en armonía con la madera
- By
Blaire Dessent
Rústico: Pedro Casanovas trabaja en armonía con la madera
Aug 4, 2025
by
Blaire Dessent
Rústico: Pedro Casanovas trabaja en armonía con la madera
Aug 4, 2025
by
Blaire Dessent
Rústico: Pedro Casanovas trabaja en armonía con la madera
Aug 4, 2025
- By
Blaire Dessent
Rústico: Pedro Casanovas trabaja en armonía con la madera
Aug 4, 2025
- By
Blaire Dessent
sustainability
Rústico: Pedro Casanovas trabaja en armonía con la madera
Aug 4, 2025
- By
Blaire Dessent
Foto: Duncan Kendall
E

l viaje para llegar al estudio de Pedro Casanova no es para los débiles de corazón, pues requiere recorrer un camino divertido pero lleno de baches, una senda de un solo carril que asciende serpenteante por la montaña, a las afueras de Sóller. Justo cuando parece que no se puede subir más, Casanova gira hábilmente su jeep fuera del camino y desciende por un largo sendero, donde su estudio y su casa parecen surgir de manera natural entre los árboles, las rocas y las nubes.

Fue el padre de Casanova quien primero encontró el terreno y construyó un lugar para que su familia disfrutara los fines de semana. Es una de las casas más altas encaramadas en la montaña con vistas al valle, desde donde se divisa el mar. Teóricamente, la casa puede ser vista desde abajo, para aquellos con paciencia y buena vista. Su padre debía de tener un gran sentido de la aventura y un ojo intuitivo para haber elegido una propiedad tan difícil de alcanzar y, al mismo tiempo, tan impresionante, la cual fue construyendo poco a poco a lo largo de los años. Casanova creció visitando la finca, cuidando las ovejas y corriendo por el bosque, y está claro que el paisaje es una parte fundamental de su alma creativa.

Casanova trabajaba con el departamento forestal en la Sierra de Tramuntana cuando empezó a experimentar con trozos de madera encontrados en el paisaje y a idear muebles simples y lúdicos. Como pasatiempo, comenzó a fabricar portones, pérgolas y pequeños objetos como mesitas auxiliares y taburetes. Sus primeras piezas solían estar hechas con hileras de ramas más delgadas, creando un estilo lineal y decorativo, pero muy simplificado. Empezó a formarse con un carpintero en Sóller para aprender más técnicas.

M

ientras trabajaba en Deià, conoció al arquitecto y diseñador de interiores Oro del Negro, quien recién iniciaba su carrera antes de convertirse en cofundador, junto a Manuel Villanueva, de Moredesign Architects. Del Negro trabajaba en los interiores de la casa de Alexandre de Betak en Deià y encargó a Casanova la creación de taburetes, bancos, mesas y una cama. La casa, que es un ejemplo temprano de la relación rústica pero refinada entre la vivienda y la naturaleza que Moredesign ha perfeccionado en la última década, apareció en el New York Times Style Magazine en 2011. El artículo sería un momento decisivo para Casanova, quien comenzó a recibir encargos de todo el mundo, lo que lo llevó a establecer su estudio y a dedicarse de lleno al trabajo con la madera.

El estilo de Casanova consiste en dejar que la madera se revele de la mejor manera posible. Trabaja con olivo, pino y roble, en su mayoría de la isla, aunque en ocasiones utiliza madera del norte de España. Se tiene la impresión de que Casanova ve la madera de un modo que la mayoría no, y su práctica es lenta y reflexiva, dejando que evolucione con el tiempo. “Es un proceso largo”, explica. “Trabajo con ella, la toco todo el tiempo para encontrar la forma y la textura adecuadas.” Al recorrer el estudio, se pueden ver tablones, varas y piezas de madera en distintos estados, apoyados contra una pared o apilados en haces afuera, esperando su momento de ser transformados. Algunas de sus piezas pueden parecer frágiles —las patas de un pequeño taburete o de una mesa auxiliar podrían tener una ligera torsión o curva, o la superficie no ser del todo pareja—, pero son muy sólidas y estables. Esa es la personalidad de Casanova manifestándose, el sentido lúdico que imprime a su obra. “Cada madera tiene su propia estética y cualidades”, revela. “Acebuche, roble o pino, cada una con tanto carácter, distintos colores, vetas, grietas y fisuras”, todos ellos puntos de partida para el artista al iniciar una nueva pieza.

«Cada madera tiene su propia estética y cualidades. El olivo silvestre, el roble o el pino, cada uno tiene mucho carácter, diferentes colores, remolinos, grietas y fisuras».
Sala de exposición de Fornalutx, Foto: Duncan Kendall
Related Stories.